sábado, 25 de febrero de 2017

Voz hablada vs. voz cantada

¿Es apropiado decir "versus"? ¿Son la voz cantada y la hablada tan diferentes?

En el mundo del canto y, podríamos decir, de la locución, el doblaje, etc., muchos creen encontrar en la voz hablada diferencias sustanciales respecto de la cantada. Como si hubiera que hacer algo distinto con el cuerpo (o con la garganta) para cambiar de una a la otra.

¿Es esto tan así?

Pues no. Si consideramos al cuerpo humano como un instrumento musical, es el mismo instrumento el que canta y el que habla. De hecho, cuando hablamos estamos emitiendo la voz en una altura determinada (es decir, podemos hablar un fa, un sol o un re) sin darnos cuenta de la afinación y por supuesto, sin la intención de afinar notas específicas (lo que sí ocurre al cantar). Si el lector lee estas palabras en voz alta, es imposible que no cante alguna nota en particular.

Cuando cantamos también emitimos notas, pero lo hacemos de manera específica y puntual: voluntariamente afinamos donde la canción o el acompañamiento nos piden. Claro está que cantar es más difícil, porque tendremos saltos (las notas no estarán tan cercanas las unas de las otras), se nos requerirá fluidez, ligado, expresividad… Pero en el canto nos podemos dar cuenta más fácilmente de lo grave o aguda que nos “queda” una canción (o sea, si nos exigimos hacia abajo o hacia arriba para afinar).

Por eso, como en el canto, en el habla debiéramos adecuar nuestra emisión a un rango de notas que nos resulten naturales, cómodos y saludables. Y esto se logra con la técnica vocal adecuada. ¿O acaso no queremos hablar de manera fluida, expresiva y sin forzar?


La técnica para hablar y para cantar es la misma. Entonces les decimos a nuestros alumnos: si no tienen tiempo para ponerse a practicar canto, practiquen la técnica en el habla cotidiana. ¡No pueden decir que no tienen tiempo!

7 de formas de saber si tu técnica es buena

Todos queremos mejorar técnicamente. A veces creemos que nuestra técnica está bien pero es nuestra voz la que no responde, como si hubiéramos llegado a un techo.

Una voz con buena técnica tiene sí o sí estas siete características. Si la tuya no las tiene, ¡siempre estás a tiempo de cambiar!

1. Nitidez. Un buen cantante no sólo pronuncia perfecto sino que lo logra sin esfuerzo vocal, y sin hacer caras raras.

2. Potencia. Una voz sana es potente y resistente y sirve para cantar de todo. Si tu voz no suena fuerte tu técnica no está bien.

3. Franqueza. La mejor voz es la que muestra nuestras verdaderas emociones sin imitar ni escondernos en sonidos armados y artificiales.

4. Fluidez. Si se ve esfuerzo en el cuello o en la cara, tu voz no está fluyendo como podría.

5. Equilibrio. Una voz equilibrada es al mismo tiempo cálida y brillante. Los desequilibrios (voz chillona, "finita", apagada, opaca, "demasiado gruesa"...) se solucionan con un buen entrenamiento

6. Belleza. No hay voces feas pero sí voces afeadas. Aprendiendo a cultivarla cualquier voz puede ser hermosa.

7. Flexible y versátil. Graves brillantes, agudos profundos. Y la capacidad de movernos por un registro bien amplio con soltura y seguridad.Una voz que sirve sólo para un estilo no está siendo aprovechada. Una voz bien trabajada funciona para cualquier estilo.