martes, 17 de septiembre de 2013

Cómo aprender a cantar en 4 pasos



El título es prometedor, y lo sorprendente es que… ¡funciona! Antes de sumergirnos en el mundo de la respiración, los músculos y los tecnicismos, es importante conocer la metodología. Veamos.
El aprendizaje más efectivo del Canto se logra comprendiéndonos como un sistema, como un aparato que funciona armónica y orgánicamente. Encontrar las funciones de cada engranaje es lo que nos dará resultados concretos, porque estaremos minimizando el margen de error.
                                                                           

 

Percibir es ampliar la percepción, es el impacto de una imagen; luego nuestra mente “bajará” esos conceptos percibidos al cuerpo, y la mecánica resultante retroalimentará nuestra percepción.

Si sabemos que el buen sonido de una voz es generado por una mecánica armónica del cuerpo –el juego muscular que se complementa en la zona abdominal y dorsal, y la alineación de pies, caderas, espalda y cabeza–, no tendremos de qué preocuparnos… cada “sección de trabajo” cumplirá una función dentro del engranaje integral de herramientas técnicas. Sólo restará apoyarnos en esa estructura y disfrutar de una voz plena.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Cada maestrito...


Sabemos que hay maestros de Canto con buena intención pero poca técnica. Que algunos pueden ser notables artistas pero pésimos con las explicaciones… Los conceptos anatómicos, los movimientos que no siempre entendemos. Y en el medio, uno y sus ganas de cantar. ¿Cómo sé si lo que me están enseñando está bien?


La mejor manera de estar seguro de nuestro aprendizaje es tomar las riendas, ser nuestro propio maestro. Esto no quiere decir no buscar una guía o cuestionar constantemente las enseñanzas que recibimos, pero sí hacernos responsables de entender el funcionamiento de las cosas y de registrar principalmente la comodidad de nuestras gargantas.


Un ejemplo: a veces puede parecer que una técnica no es buena porque nos resulta complicada de entender, dentro de nuestro paradigma personal. Entonces, deberíamos preguntarnos si nos relaja la garganta o si, por el contrario, además de ser complicada no logra que dejemos de sentir presiones o incomodidades en la zona. Otras veces, una técnica que “nos queda cómoda” puede hacernos doler la garganta o incluso llevarnos a tener problemas vocales.



Lo importante es discriminar qué tipo de incomodidad estamos sintiendo. ¿Es “espiritual” (por frustraciones o expectativas que tardan en cumplirse o por el esfuerzo nuevo que debemos hacer con el cuerpo, que puede cansarnos o darnos fiaca)? Si ese es el caso, sería bueno trabajar internamente para superarlas, si realmente queremos cantar mejor. Ahora, si la incomodidad es de la garganta y no mejora con las clases, tenemos una prueba contundente de que esa técnica o ese docente no funcionan para nosotros.
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¡Se viene el Libro Guía!




A pedido de los alumnos, en septiembre verá la luz nuestro primer Libro Guía, “Mecánica de la Voz”. Contiene la esencia de nuestra práctica técnica, en forma sencilla y puntual. Gráficos, consejos y un plan de ejercicios para mantenernos siempre impecables.  Tamaño ideal para tener siempre a mano (sin excusas!) 

Reservá tu ejemplar aquí

Artista de Septiembre: Bobby McFerrin



Llegó a ser parodiado por Peter Capusotto y sus videos –lo llamaron Bobby McFerrum– pero lo tomamos como un elogio: si no fuera porque es así de original y talentoso, no le hubiera llamado la atención al gran cómico vernáculo.

Fundamentalmente conocido por su capacidad de imitar y reproducir sonidos de todo tipo, sus creaciones musicales atraen nuestra atención constantemente. Este mes compartimos su obra para admirar cómo cada parte cumple una función imprescindible en ese todo, y cómo la excelencia de un artista logra que ese todo sea superior a la suma de sus partes.

Bobby es uno de esos artistas que claramente comprenden la totalidad del hecho musical sin esfuerzo alguno. Sabe adaptarse funcionalmente a la canción (de hecho, se las sabe todas!) y lo hace con solvencia y elegancia. Huelgan las palabras, escuchemos!