En general, nuestra sensación es
que para cantar agudo debemos levantar algo y para cantar grave, bajarlo.
La altura de un sonido no es más
que la velocidad a la que vibra aquello que lo genera. En nuestro caso, la
velocidad de vibración de las cuerdas vocales. Por ejemplo 440 veces por
segundo para un "la" central (cercano a la frecuencia que escuchamos
al levantar el tubo del teléfono).
Es útil pensar esta velocidad
como algo independiente de la altura de la laringe (aunque sea cierto que ésta
sube y baja). La garganta se mantendrá relajada si pensamos estos cambios como
posteriores a la idea de la altura.
.Del Libro Guía - 1. Mecánica de la Voz |
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