¿Cómo hacer para cantar mejor? Ya dijimos que quizás
las herramientas no son imprescindibles cuando de cantar se trata, y puede bastar con un poco de carisma,
o “ángel”. Ahora bien, si quiero tener un sonido de calidad (y estamos hablando
sólo del sonido, ¡no de los estilos ni la expresividad!), voy a tener que encontrar
qué es aquello que lo produce.
Afinación, volumen, extensión, vibrato... son la
consecuencia. En las clases, el foco del trabajo está puesto en los mecanismos:
en las causas. Así, incorporamos experiencias que dan como resultado una nueva
voz.
Es lógico: ¿cómo voy a pretender cambiar mi forma de
cantar desde el canto mismo? Por eso es importante encarar la tarea a partir de
la postura y los músculos correctos. Uno puede dar el primer paso hacia el
cambio, pero conociendo las causas que originan el sonido del instrumento
humano, ese paso tendrá doble valor, pues será el comienzo de un camino.
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