martes, 25 de junio de 2013

¿Se puede aprender a cantar cantando?



¿Cómo hacer para cantar mejor? Ya dijimos que quizás las herramientas no son imprescindibles cuando de cantar se trata, y puede bastar con un poco de carisma, o “ángel”. Ahora bien, si quiero tener un sonido de calidad (y estamos hablando sólo del sonido, ¡no de los estilos ni la expresividad!), voy a tener que encontrar qué es aquello que lo produce.

Afinación, volumen, extensión, vibrato... son la consecuencia. En las clases, el foco del trabajo está puesto en los mecanismos: en las causas. Así, incorporamos experiencias que dan como resultado una nueva voz.

Es lógico: ¿cómo voy a pretender cambiar mi forma de cantar desde el canto mismo? Por eso es importante encarar la tarea a partir de la postura y los músculos correctos. Uno puede dar el primer paso hacia el cambio, pero conociendo las causas que originan el sonido del instrumento humano, ese paso tendrá doble valor, pues será el comienzo de un camino.

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